Los profesionales del medio ambiente debemos innovar para alcanzar una verdadera interdisciplinareidad en el planeamiento territorial. Hay que formular las preguntas adecuadas, obtener datos georeferenciados en el trabajo de campo y, muy especialmente, aprovechar los instrumentos metodológicos que proporciona la ciencia de la ecología del paisaje y sus herramientas de análisis territorial. Los sistemas de información geográfica dejan así de servir únicamente para explicar dónde pasan las cosas, para pasar a ser una herramienta para descubrir, analizar y entender el metabolismo del territorio y sus posibles escenarios.